Más de la mitad de las camas de los hospitales están ocupadas por personas que se preocupan demasiado.
Hay dos feroces enemigos de la Paz del alma: " la preocupación o tristeza por el pasado" y "la preocupación o miedo por el futuro". Ellos nos atan a la orilla del camino que vamos transitando sin dejarnos avanzar y provocando que perdamos el único momento verdadero de la vida: EL PRESENTE.
Para poder disfrutar de la tranquilidad y serenidad que nos da bienestar y alegría, debemos extirpar de nuestra mente estos "vampiros" que se van alimentando de nuestra alegría y esperanza, hundiéndonos en la tristeza o en las enfermedades nerviosas. Para ello, es necesario cambiar la "actitud mental" y en lugar de torturarnos con vivencias pasadas dolorosas, busquemos qué aprendimos de ellas y qué nos demostraron ante la vida.
Juan Bosco decía: " Mi secreto es éste: yo me consagro únicamente al presente, a hacer en el día el mayor bien posible a los demás. Lo pasado lo dejo a la bondad de Dios para...
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